jueves, 19 de marzo de 2015

Tridiente

Hace unos años mi madre sacó a la luz que yo tenía un diente de menos. Desconcertado, fui corriendo a revisarme en el espejo en busca de un hueco que jamás había notado.

Tras volver frustrado, mi madre explicó que lo que pasaba es que tenía una pieza dental menos que el resto de las personas, pero sin hueco alguno. Todo está en su sitio pero con una pieza menos.

Os ilustraré con una imagen.


Ésta viene a ser una dentadura normal de persona humana que tú deberías ser. Si eres perro (de los de ladrar) o cualquier otro bicho y estás leyendo ésto, por favor, envía un e-mail a la dirección de la cabecera, tenemos que hablar de negocios.

Centrémonos en lo que interesa, si observas la foto u observas tu dentadura, comprobarás que, entre los dos caninos o colmillos inferiores, tienes cuatro dientes: Dos incisivos en el centro y otros dos en el lateral. Pues bien, ahí es donde mi dentadura discrepa, me falta uno de ellos. Digamos que yo soy de los que juega con 3 en punta, como Pep. Para muestra un botón.


Y para que veáis mi dentadura os dejo una foto.


No sé si soy una especie evolucionada o involucionada, pero a mi me va muy bien, zampo y mastico como el que más.


Así que, desde aquí, amigo lector, si estás leyendo ésto y echas de menos un diente, porque si estás leyendo ya asumo que algún tornillo si que te falta, por favor, házmelo saber, no estás solo.



____ . ____

lunes, 2 de marzo de 2015

¿Y si vuelvo?

¿Y si vuelvo por enésima vez a escribir aquí? Le importaría a alguien o sería sólo la comidilla de las chicharras y de un señor de Linares?
____ . ____

domingo, 21 de septiembre de 2014

Retales de mi vida

Hoy es domingo.

Podría ser un domingo más de mi vida, un domingo de esos de sofá, peli, fútbol, dibujos animados (por supuesto) y, con suerte, algo más. Pero no, hoy es el domingo en el que un nuevo acontecimiento sucede.

Hoy, un amigo de hace años y que, allá por 2007, se convirtió en otro tipo de amigo, abandona mi mini ciudad para irse a otra más recargada a buscarse las castañas. He de decir que me alegro por él y de que sus castañas sean tan caras.

No se va muy lejos, son 400km salvables, pero ya no será un retal más. Mi grupo está hecho de retales.

Mi grupo no es un grupo de viejos amigos de colegio, colegas forjados en el instituto, vecinos del barrio, cada uno existe y nació de su padre y de su madre y fue desconocido hasta bien entrada la madurez, obviamente, hay excepciones si dentro de estos retales se encuentra mi primo.

Mi grupo de retales lo conformaban tres viejos amigos de un ciclo informático que resultó interesante pero poco educativo, un primo ya mencionado antes con su séquito de novia y amigos antiguos que a veces aparecen, mi costilla, mi amigo de la época estudiantil que desencadena esta entrada, un vecino de éste que con su humor y su sociabilidad ha calado hondo (él diría ahora: eso dijo ella) y un señor inglés que pasaba por allí.

A este grupo de retales, siempre se le han ido uniendo pequeños trozos de tela que se amoldaban perfectamente al vestido ya formado. Estoy seguro que esas pequeñas piezas no se imaginaban cómo se había formado ese vestido, viéndonos dirías que salimos del mismo taller de costura cosidos con hilo de cobre. Siempre se han adaptado, unos calaron y otros siguieron su camino.

Ahora este grupo, esta conjunción de retales sueltos unidos por el tiempo y las cañas, está menguando. Todo comenzó cuando uno de los recortes de mi vestido decidió emprender marcha a esta tierra a la que ahora marcha el último, pongamos que hablo de Madrid. Emprendió una nueva etapa, que ahora es buena vida y yo me alegro por él.

Todo nos fue bien, se le echó de menos pero el vestido seguía quedando bien. Ahora es este mes, este maldito mes de septiembre que no gusta a nadie, donde se han desencadenado los cambios. Empezamos con uno de los tres jinetes informáticos que se marchó a un cuarto de kilómetro que el madrileño, pero que aún así parecen un mundo. Le siguió el señor inglés de culo inquieto al que tendremos que interceptar cuando se pase por aquí. Y ahora otro retal abandona esta tierras de pobreza para ir a un lugar mejor y a una red social peor.

Pero sabed que me alegro, me alegro por ellos. Porque todos se han ido para mejorar en sus vidas, ser mejores personas, convertirse en hombres de bien. Tengo la experiencia del primero que emprendió su marcha. Cuando lo vemos no ha pasado el tiempo, la amistad se relanza, el vestido sigue quedando bien. No hay nada que no arregle una rubia, fresquita y envejecida en barriles de haya.

Por eso, sé que los que nos quedamos los echaremos de menos, buscaremos viejos retales rotos que se unan a nuestra causa. Visitaremos nuestras viejas piezas que tan bien nos quedan y volveremos a estar unidos. Pero mientras, dejadme que llore y os escriba un poco por lo que era y ya no es.

A vuestra salud amigos, que la vida os trate bien.


____ . ____

domingo, 7 de septiembre de 2014

La historia de Drunkelstiltskin

Aquí os traigo la historia de un ser mitológico, al que aún podemos ver en nuestros días. El otro día me topé con él, lo que pasó ya es una historia más que engorda su leyenda.

Drunkelstiltskin es un personaje que habita la noche. Hace que confíes en él dando una imagen de pobreza irreal, esto hace que os adentréis en los albores de la luna, creyendo que, para ti, no resulta una amenaza.

Este ser te embauca con sus palabras y, sin que te des cuenta, te ves ingiriendo brebajes mágicos en su compañía, sin que llegues a pensar de qué manera lo está haciendo, por qué los brebajes no se acaban y cómo los reproduce sin riquezas.

Entre canciones populares, que el ser maligno se dedica a rimar introduciendo paulatinamente en esos cantares su nombre, hace que tu actitud, quizá en un comienzo de paz y tranquilidad, se suma en la oscuridad de su mente y colabores en todas sus fechorías.

No sabes cómo, pero los brebajes que antes corrían por cuenta de tu saquito de monedas, ahora es Drunkelstiltskin quien te los provee. Ya no te preocupas por tus monedas de plata, ni siquiera de tu mala pata, él te ha introducido en su mundo, eres su marioneta.

Las gentes pasan a vuestro lado, una pican y son atraídas temporalmente, otras huyen, pero tú eres el único que estás a su lado hasta el final de la noche, quizá con un amigo al que ya no reconoces por los venenos de la bestia, quizá sólo, da igual, eres una nueva víctima de este ser, aunque no te lo parezca, lo eres.

Al día siguiente, Drunkelstiltskin no recordará las venturas de la noche en que te embaucó hasta las tinieblas, no fraguarás más amistad con él, no habrás conseguido ninguno de tus objetivos de esa noche, la cesta de pan nunca llegó a casa de tu abuelita.

Drunkelstiltskin, no contento con ello, te culpará de su olvido, te juzgará por bestia de la noche que arruinaste su poco dinar. Creerás que lo has hundido, pero más tarde, ese mismo día, cuando el alba está al otro lado y la noche cae, Drunkelstiltskin ya ha encontrado a un nuevo inocente con el que repetir su tenebrosa danza.



____ . ____

viernes, 1 de agosto de 2014

Be Paleo

Tras un mundial desastroso, no sólo para España, y un viaje a Bélgica aún peor, toca renovarse. Estamos hablando de volver a la vida Paleo.

¿Qué es ser paleo? Resumiendo mucho, esto es simplemente una dieta, la paleodieta, si te pones algo más profundo, ser paleo es un estilo de vida. Lo más seguro es que yo me quede a mitad de ambos.

La dieta paleo, para quien no la conozca, resumiendo mucho, es alimentarte como se hacía en los tiempos del paleolítico, como hacían nuestros antepasados cazadores-recolectores. Una época que acabó con el nacimiento de la agricultura.

¿Qué hacían estos cazadores-recolectores? Pues bien, como he comentado anteriormente, esta época se acaba con el nacimiento de la agricultura, así que todo lo derivado de esta debe ser eliminado de tu alimentación, empezamos por ahí. Digamos que hay que olvidarse de maiz, legumbres, productos lácteos, sal, azúcares y, en general, alimentos que estén procesados. Y hay que hacerse amigo de la carne, pescado, frutas, verduras, raíces y frutos secos (ojo que no valen todos).

Ahora sí, nuestro amigo paleo-hombre, no sólo se alimentaba de esa forma, evitando así las enfermedades "modernas" que tenemos ahora derivadas de una dieta basada en alimentos extremadamente procesados, el hombre paleo cazaba su comida, se defendía de los peligros de su entorno, etc. En la vida moderna, quizá ya no tengamos esos problemas (no todos) pero debemos traducir eso en hacer ejercicio, es primordial, vamos a consumir proteinas y eso hay que quemarlo.

Esto es a grandes rasgos lo que es la vida paleo que he vuelto a seguir, ya lo hice allá por el final del invierno y he de decir que los resultados fueron muy satisfactorios.

Por favor, no la confundáis con otras dietas hiperprotéicas como puede ser la Dukan, esto es más un estilo de vida que una dieta, mucho más libre y con diferentes versiones y aceptaciones a las que te puedes adaptar o simplemente hacer tu versión paleo. Recomiendo encarecidamente leer a gente como Dolph, Sisson o Loren Cordain, por mencionar a algunos.

Si queréis algún consejo, aquí estoy, aunque yo simplemente soy un simple alumno, tengo mi paleo-gurú experto, mi amigo Oliver al que pido consejo y guía para no alejarme del buen camino.

En este blog os deleitaré con alguna que otra receta que puede ayudar a quien se decida a emprender este viaje al pasado. Algunas de ellas pueden ser unos riquísimos paleo-spaguetti o el propio paté de zanahoria que he hecho hoy.

Pongo un pequeño video objetivo como creo que debe ser tve cuando no se meten en política, para gente que ni de coña se va a leer este post.


____ . ____